Escuela orientalista; primera mitad del siglo XIX.
“Músicos árabes”.
Grafito y cera sobre papel.
Medidas: 16 x 22,5 cm.
El orientalismo surge en el siglo XIX como expresión del espíritu romántico que buscaba evadirse hacia mundos lejanos. Sus primeros artistas intentaron capturar un Oriente imaginado, casi mítico, reconstruido con detalle pero idealizado. Con el tiempo, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX, muchos pintores que viajaron a Oriente Próximo descubrieron una realidad distinta: un territorio vivo, cotidiano y muy alejado de los clichés europeos. Esta nueva mirada dejó atrás odaliscas y harenes para centrarse en escenas auténticas del día a día. También la técnica cambió: la pintura se volvió más suelta y luminosa, adoptando una sensibilidad cercana al impresionismo y privilegiando la atmósfera y la identidad real de las poblaciones norteafricanas.
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