WILLY RIZZO (Nápoles, 1928-Paris, 2013) posiblemente para Cidue Suede.
Seis sillas.
Estructura de metal y tapicería original en terciopelo marrón.
Medidas: 91 x 51 x 60 cm.
Este conjunto formado por seis sillas se convierte en un auténtico icono del diseño. El armazón de listones de acero doblado, de forma suave y fluida, armoniza a la perfección con los asientos y respaldos de terciopelo de color marrón. Al tratarse de un tipo de silla cantilever, no cuentan con patas traseras, aguantando el peso en las dos anteriores y su prolongación horizontal.
Willy Rizzo empezó en el mundo del diseño de mobiliario en 1966, en Roma. Con un pequeño equipo de artesanos convirtió un almacén destartalado en una vivienda con paredes doradas y marrones y sofás, mesas y muebles customizados. Aunque Rizzo no tenía intención de convertirlo en su profesión, el gran éxito y admiración que provocaban sus obras ante el público hizo que empezaran a surgir numerosos encargos. De hecho, el primero fue de Ghighi Cassini, columnista de American Hearst y conocido como acuñador del término “Jet Set”. Fue tal el éxito del encargo que rápidamente la sociedad italiana proporcionó un gran reconocimiento a Rizzo. Así, Rizzo se convirtió en el diseñador de la Jet Set, y acabó él también formando parte del grupo. Salvador Dalí le encargó la realización de numerosas piezas. En 1968, dos años después, debido a la gran demanda de sus piezas, Rizzo fundaría su propia marca, con fábrica incluida, en las afueras de Roma, en Tívoli, con cerca de 150 trabajadores, incluyendo los artesanos que le habían ayudado en sus inicios. En los diez años siguientes, Rizzo diseñó más de una treintena de piezas. Abrió tiendas por Europa y tenía puntos de venta en Nueva York, Miami y Los Ángeles. Sin embargo, en 1978 abandonó el diseño y volvió a la fotografía, aunque retomaría el diseño de mobiliario a finales de los 80 y a partir del 2000, en colaboración con Paul Smith y Mallet Antiques. En 2010 abrió su primera galería en París, con la ayuda de su familia. El diseño de Rizzo alcanzó la sofisticación de Mies van der Rohe y Le Corbusier, con piezas de líneas simples, basadas en la geometría, y una gran delicadeza en los materiales. Entre otros lugares, los diseños de Willy Rizzo se pueden contemplar en el MET de Nueva York.