Pareja de sillas giratorias, años 70.
En fibra de vidrio (casi 1 cm).
Cojines nuevos en tela chenilla verde.
Presentan leves marcas en la laca blanca.
Medidas: 75 x 67 x 48 cm.
Estas sillas en fibra de vidrio, diseñadas en los años setenta, parecen rendir homenaje a la icónica Tulip Chair de Eero Saarinen. Al igual que el arquetipo que las inspira, se asientan sobre una base circular que se une con el pie con fluidez orgániza, eliminando las patas en favor de una singularidad elegante que no resta estabilidad. Esta base, emblemática del diseño modernista de mediados de siglo, confiere a la silla una sensación de ingravidez y una silueta depurada que parece brotar del suelo, emulando la delicadeza de una flor de tallo único. La carcasa envolvente, de curvatura ergonómica, promete confort. La fluidez de la forma, desprovista de aristas y transiciones bruscas, elimina lo superfluo. Es sobre todo en el respaldo calado donde estas sillas forjan su propia identidad y se desmarcan de su predecesora.