Atribuida a Kelvin Bottomley Baird
Lámpara de pared, 1930's.
En metal cromado.
Orientable y extensible.
Medidas: 33 x 38 x 110/170 cm.
Lámpara de pared orientable, atribuida a la firma Kelvin Bottomley & Baird, reconocida por sus piezas de iluminación de carácter funcional e inspiración industrial.
De estilo industrial, esta lámpara combina solidez mecánica y elegancia técnica, propia del diseño utilitario de entreguerras. Está compuesta por una placa metálica de anclaje a la pared, de la que parte un brazo extensible de hierro cromado articulado en varios puntos, lo que permite regular tanto la distancia como la orientación de la luz con gran precisión. En su extremo cuelga un foco de gran tamaño, también orientable, que puede ajustarse en diferentes ángulos para dirigir el haz lumínico según la necesidad del espacio.
El acabado en cromo pulido aporta un aspecto brillante y atemporal, contrastando con la rudeza del hierro y reforzando su carácter industrial y técnico. Originalmente concebida para entornos de trabajo, su diseño depurado y su versatilidad funcional la han convertido en una pieza muy apreciada en interiores contemporáneos, tanto en contextos residenciales como en espacios de estilo loft o vintage.
Esta lámpara ejemplifica la búsqueda de eficiencia, movilidad y estética racional característica de la primera mitad del siglo XX, y refleja la transición entre el diseño artesanal y la producción industrial moderna.
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