Escuela novohispana o española; finales del siglo XVIII.
“San Francisco Javier”.
Madera tallad ay policromada.
Presenta faltas en la talla y la policromía.
Medidas: 35 x 18 x 6 cm.
La obra que aquí presentamos, precisamente por las fechas en que se inscribe, denota un cierto decorativismo propio de la época, especialmente apreciable en el gesto del protagonista. Llamado “el apóstol de las Indias”, san Francisco Javier fue un religioso y misionero navarro de la Compañía de Jesús, que vivió en el siglo XVI y fue canonizado en 1622. Se convirtió en modelo a seguir como misionero en tierra pagana (desarrolló su labor en China, India y Japón), lo que ha dado lugar a una muy abundante obra que trata de su figura. Tradicionalmente se representa a este santo con el hábito de su congregación, de color blanco, y con una cruz que alza en su mano izquierda, aquí perdida. En el caso de esta pieza, además, viste un manto oscuro con ribetes dorados. En la mayor parte de las representaciones, san Francisco Javier es plasmado con pelo oscuro tonsurado, barba y bigote.
Cabe citar que, durante la dominación colonial española, se desarrolló un arte principalmente religiosa, destinada a cristianizar a los pueblos indígenas. Los artistas locales tenían como modelo las obras españolas, que seguían de forma literal en cuanto a tipos e iconografía. Los modelos más frecuentes fueron los ángeles arcabuceros y las vírgenes triangulares, sin embargo, en los primeros años del siglo XIX, ya en tiempos de la independencia y apertura política de algunas de las colonias, varios artistas comenzaron a representar un nuevo modelo de pintura con una identidad propia.