Ecce Homo de principios del siglo XVIII.
Figura tallada en madera policromada parcialmente dorada, montada con pequeños granates.
Desgaste debido a la edad y al uso, desconchones, orificios de xilófagos y grietas.
Medidas 42,5 x 26,5 x 14,5 cm. Base posterior 3,5 x 32 x 21,5 cm.
El Cristo, de 'medio cuerpo', espera la inminente crucifixión en la cima del Gólgota, mientras es escarnecido por los soldados romanos. Se le representa con una corona de espinas y despojado de sus vestiduras, con las manos en posición atada y perfectamente cruzadas, en alusión a su destino en la Cruz. La sangre gotea de la frente y las gotas están montadas con pequeños granates. La tradición cristiana consideraba el granate rojo sangre como símbolo del sacrificio de Cristo.
El Cristo expresa un estado de profundo dolor, del que se hace eco la expresión de tristeza contenida de su rostro.
El título Ecce Homo - "He aquí al hombre"- está tomado de las palabras que Poncio Pilato utilizó para dirigirse a la multitud cuando les presentó a Jesús después de haber sido flagelado.