Escuela española, finales del siglo XIX-principios XX.
“Dolorosa con Cristo muerto”.
Talla en madera pintada a mano.
Virgen cap-i-pota, vestida.
Medidas: 88 cm. altura (sin corona).
Grupo escultórico en bulto redondo, con la representación de la Virgen de las Siete Espadas sosteniendo el cuerpo muerto de Cristo. Con ello, confluyen en la talla de inspiración barroca dos iconografías pasionarias: la Piedad y la Dolorosa. El cuerpo yacente de Jesús ha sido trabajado de cuerpo entero, mientras que la Virgen es una imagen de vestir cap-i-pota. La cabeza, las manos y los pies han sido trabajados como obra escultórica mientras que el resto del cuerpo es liso y pintado de un color neutro. Aunque las figuras para vestir se usaron a menudo en procesiones, en este caso se trata de una figura destinada a la devoción privada, dado su reducido tamaño. Las partes visibles se cubren con una fina capa de estuco y se policroman, mientras que el resto queda cubierto por ropas reales. Son imágenes que gustaron especialmente por su naturalismo, ya que al llevar vestidos auténticos se conseguía un grado mayor de realismo que con las simplemente talladas, que a menudo no tenían la calidad suficiente como para alcanzar ese grado de naturalismo, tan buscado en el arte religioso desde el barroco.