FERDINAND BARBEDIENNE (París, 1810–1892)
Jardinera "Trépied du Temple d’Isis".
Bronce dorado y patinado.
Peana de mármol rouge de France.
Firmada en la base.
Medidas: 108 x 54,5 cm (total); 10 cm (peana)
Extraordinaria jardinera–trípode neoclásica firmada por Ferdinand Barbedienne, uno de los más importantes broncistas franceses del siglo XIX. La pieza corresponde al célebre modelo conocido como "Trépied du Temple d’Isis", ejecutado en bronce dorado y patinado, y elevado sobre una base de mármol rouge de France, con basamento cóncavo tripartito también en bronce.
La composición responde al gusto neopompeyano que Barbedienne difundió magistralmente, inspirado en los descubrimientos arqueológicos de Pompeya y Herculano. La jardinera circular superior, concebida como elemento giratorio, presenta una rica decoración en altorrelieve con guirnaldas de frutos, máscaras clásicas y motivos vegetales, tratada con la extraordinaria precisión técnica que caracteriza las fundiciones del taller Barbedienne.
El soporte adopta la forma de un trípode escultórico de gran complejidad formal: las patas, de perfil zoomórfico y elegante curvatura, se articulan mediante figuras aladas y elementos mitológicos, unidos por roleos y volutas de inspiración antigua. El conjunto transmite equilibrio monumental y refinamiento ornamental, combinando escultura y artes decorativas en una sola obra.
Este modelo se basa en un original romano hallado en Pompeya, hoy conservado en el Museo Archeologico Nazionale de Nápoles, y fue reinterpretado en el siglo XIX como uno de los grandes iconos del clasicismo historicista. El prestigio del diseño queda reforzado por el hecho de que un trípode de este mismo modelo sirviera como referencia para el realizado con motivo del bautismo del hijo de Napoleón, el Rey de Roma, en 1811 (actualmente en el Kunsthistorisches Museum de Viena). Asimismo, variantes de este tipo fueron ofrecidas como regalos oficiales, como el célebre trípode en lapislázuli regalado a la emperatriz María Luisa, ejecutado por Luigi y Francesco Manfredi.
Firmada por Barbedienne, esta obra se inscribe en el núcleo más representativo de su producción: bronces de alta calidad, fieles a modelos clásicos, destinados a una clientela aristocrática e institucional, y considerados hoy piezas de referencia dentro del gran revival arqueológico del siglo XIX.
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