Después de VINCENZO CINQUE (Nápoles, 1852- 1929); siglo XX.
Bronce.
Medidas: 96 x 100 x 30 cm.
Esta escultura en bronce patinado, atribuible a la escuela italiana del siglo XX, representa a un joven pastor en actitud contemplativa y serena, acompañado por una cabra y portando en brazos un cabrito. La escena se desarrolla sobre una base rocosa de líneas irregulares, lo que contribuye a la naturalización del conjunto y subraya su carácter costumbrista.
El modelado detallado de la vestimenta, con texturas que imitan pieles y tejidos rústicos, así como el gesto tierno del joven hacia el animal, revelan una sensibilidad propia del realismo vernáculo que caracterizó parte de la escultura italiana del periodo. La figura, de porte ingenuo y expresión amable, sugiere una exaltación de la vida pastoril, en línea con una tradición artística que valora lo popular y lo sencillo como expresión de autenticidad.
Este tipo de representación conecta con una visión idealizada del campo, típica de una época que, a pesar de los avances industriales y tecnológicos, mantenía un fuerte apego a los valores de lo rural como símbolo de pureza y conexión con la naturaleza. La pieza, por tanto, no solo es un testimonio técnico notable, sino también un reflejo de las preocupaciones estéticas y culturales de su tiempo.
Vincenzo Cinque fue un escultor italiano. Sus obras, de estilo clásico y realismo puro, representan generalmente temas populares, inspirados en personajes típicos de su ciudad natal.