Cristo crucificado, s. XIX.
Madera tallada y policromada.
Medidas: 120 x 80 cm.
En esta pieza se ha realizado un minucioso trabajo de talla, alcanzando gran perfección tanto anatómica como expresiva. Se ha tratado de equilibrar la belleza formal, con la expresividad, la plasmación del sufrimiento de Cristo, elemento clave de una figura devocional. Además se ha cuidado hasta el más mínimo detalle, de modo que la figura alcanza un gran naturalismo. Se ha querido plasmar el momento de la expiración de Cristo, cuando exhala su último aliento; de ahí los brazos alargados, como cediendo finalmente ante el peso del cuerpo exánime