Pila; Estilo Gótico, siglo XIX.
Caliza tallada.
Presenta faltas.
Medidas: 12,5 x 33 x 38 cm.
Esta pila bautismal, realizada en caliza tallada durante el siglo XIX, responde estilísticamente al revival del arte gótico, característico del historicismo decimonónico. Su forma octogonal remite a las soluciones tradicionales empleadas en el periodo gótico original, evocando la simbología del número ocho, asociada al renacimiento espiritual a través del sacramento del bautismo.
La pieza, aunque fragmentaria y con visibles pérdidas materiales en su borde y superficie decorativa, conserva suficientes elementos para apreciar su lenguaje formal. La copa presenta un vaso central cóncavo, poco profundo, destinado a contener el agua lustral. Su contorno facetado y moldurado aporta un sutil dinamismo visual, que encuentra eco en la franja decorativa inferior. Esta última, a pesar del deterioro, permite identificar una decoración calada de carácter vegetal, posiblemente hojas de vid o motivos entrelazados, propios del repertorio ornamental gótico tardío.
El tratamiento de la piedra revela una ejecución sobria pero cuidadosa, con atención a los volúmenes y al ritmo del relieve. Las imperfecciones y desgastes no hacen sino acentuar el carácter histórico de la obra, que no debe leerse como una simple reproducción, sino como una interpretación decimonónica del lenguaje medieval, vinculada al auge del neogótico eclesiástico promovido por los movimientos de restauración litúrgica en Europa.
En suma, esta pila bautismal constituye un testimonio material del interés romántico por el pasado medieval que impregnó buena parte del arte sacro del siglo XIX, reflejando tanto la pervivencia de formas góticas como la búsqueda de una espiritualidad más vinculada a las raíces históricas del cristianismo.