THÉODORE RIVIÈRE (Toulouse, 1857 - París, 1912).
“Salammbô chez Mâtho, Je t'aime ! Je t'aime”, c. 1895.
Bronce con pátina marrón verdosa matizada.
Presenta marcas del fundidor Susse Frères Editeurs Paris.
Medidas: 63 x 37 x 27,5 cm.
El tema de la obra procede de la novela de Gustave Flaubert, Salambó, publicada en 1862. La historia se protagoniza entre 241 y 238 antes del Cristo, durante la guerra emprendida por Cartago contra sus mercenarios rebeldes. El Libiano Matho, jefe de los soldados bárbaros, está enamorado de Salambó, la hija de su enemigo cartaginés Hamilcar Barca. Rivière ha elegido el momento en que, destrozado por el pueblo, Matho muere a los pies de la bella gritando: "¡Te quiero! ¡Te quiero!". El personaje de mujer fatal de Salambó, inspiró diversos artistas simbolistas más. La obra alcanzó una gran popularidad en el Salón de 1895, conservada en el Museo de Orsay (Inv. RF 2521, LUX 131). Su fama alcanzó tal grado que fueron editados numerosos ejemplares en bronce.
Théodore Rivière fue un escultor francés. Recibió formación tradicional en la Escuela de Bellas Artes de Toulouse y posteriormente en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París. Rivière comenzó su carrera bajo la influencia de Falguière y Mercié. Desanimado por su falta de éxito, se sintió atraído por los viajes que lo llevaron al norte de África, el Lejano Oriente y Sudamérica. Los viajes revelaron su potencial artístico al brindarle no solo nuevos temas de inspiración, a veces tomados de la literatura, sino también un estilo personal e innovador, cuya obra emblemática fue Salammbô chez Mathô. De regreso a París, Rivière se distinguió por la escultura de pequeño formato, que también aplicó a desnudos y retratos de cuerpo entero de sus contemporáneos. Combinó materiales con una policromía refinada que contribuyó a la expresión de su tema. También colaboró con editoriales de bronce y porcelana. Rivière respondió así a la dirección deseada por la Union Centrale des Arts Décoratifs y su inclinación hacia las teorías del arte social a partir de 1900. Posteriormente, retomó su escultura inicial, adaptándola a los monumentos públicos erigidos en Indochina y Francia, sin abandonar, no obstante, el género decorativo que le había dado éxito.