ALFRED BARYE (París, 1839 - 1905).
Jarrón “La fuente”, ca. 1895.
Estaño plateado.
Firmado en parte inferior izquierda.
Sellos en la base.
Peso: 2.880 g.
Bibliografía: Philippe DAHHAN, Étains 1900, 200 Sculpteurs de la Belle
Époque, Les Éditions de l'Amateur, París, 2000. Reproducido p. 38, fig. 55.
Medidas: 36 x 14 x 18 cm.
Jarrón de diseño elegante con forma de balaustre, cuello largo y estrecho, y un asa prominente en la parte superior. La decoración en relieve combina motivos vegetales (ramas) con la figura de una joven ligeramente vestida.
Alfred Barye fue un destacado escultor de la Belle Époque y alumno de su famoso padre, Antoine-Louis Barye. Inicialmente, Alfred se vio obligado a ejecutar las obras de su padre sin poder usar su propia firma. Su trabajo más notable incluye bronces de animales y personajes orientalistas. Colaboró con Émile-Coriolan Guillemin en obras como Le Cavalier arabe, fundida en la prestigiosa Maison Barbedienne de París. Para distinguirse de su progenitor, firmaba sus primeras obras como "Le fils" (El hijo). Al igual que su padre, Alfred se convirtió en el escultor predilecto de la nobleza francesa, siendo el favorito de Fernando Felipe de Orleans y, más tarde, el escultor casi oficial de Napoleón III. Sus obras también fueron coleccionadas por la familia Bonaparte. Sus temas más populares fueron los caballos de carreras, aunque cultivó tanto el estilo de su padre como uno propio.