Narciso; Posiblemente copia del siglo XIX o anterior.
Bronce.
Procedencia: Colección Georges Savès (1908–1985)
Medidas: 12,8 cm (altura).
Esta pequeña escultura sigue el modelo de la famosa obra que actualmente forma parte de la colección del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles y que fue encontrada en el año 1862 en la casa de Narciso de Pompeya. La obra alcanzó una gran popularidad entre los coleccionistas y los viajeros del Grand Tour, dando así lugar a una gran cantidad de reproducciones.
El mito clásico de Narciso, originario de la mitología griega, cuenta la historia de un joven de extraordinaria belleza que despreciaba a quienes se enamoraban de él. La ninfa Eco, condenada a repetir solo las últimas palabras que oía, fue una de sus víctimas. Rechazada por Narciso, Eco se desvaneció en la tristeza, hasta que solo quedó su voz.
Como castigo por su arrogancia, los dioses hicieron que Narciso se enamorara de su propia imagen reflejada en el agua. Incapaz de separarse de su reflejo, murió consumido por su amor imposible. En el lugar de su muerte creció una flor, que lleva su nombre: el narciso.
Esta pieza proviene de la colección de Georges Savès (1908–1985), numismático y coleccionista francés con una profunda vocación por el estudio arqueológico. Heredero de una tradición familiar de coleccionismo, se dedicó plenamente desde los años 50 a la investigación histórica y numismática, especialmente en torno a Toulouse y las monedas galas. A lo largo de su vida reunió una colección ecléctica de piezas arqueológicas, etnográficas y artísticas, enriquecida en 1966 con la adquisición de parte de la colección Roger Bédiat. Autor de estudios especializados, su legado sigue siendo una referencia en el ámbito académico y patrimonial.