Escuela española del siglo XVII.
“Virgen con el Niño”.
Madera tallada y policromada.
Presenta faltas y pérdidas.
Medidas: 29 x 11 x 10 cm.
María se yergue, en pie, sobre un pedestal, sosteniendo con ambos brazos al Niño Jesús. María luce una corona y viste una túnica larga y manto cuya disposición genera un interesante juego de pliegues, que añade volumen y dinamismo a la figura. El Niño, por su parte, es una figura infantil notablemente naturalista, de rasgos delicados y suaves, con mejillas redondeadas y una gestualidad espontánea. Jesús porta una esfera dorada que representa al mundo. Es un Niño Triunfante, Salvador del Mundo, y simboliza la idea de Jesús hombre y salvador, señor de toda la Tierra, a la que redime con su muerte y resurrección. Se trata de una iconografía que conjunta el poder y la gracia divinas con la inocencia feliz y la humilde condición de Dios encarnado. La presencia de la Virgen trasmite el vínculo entre Jesús y su madre el que permite que María actúe como intermediaria, como abogada del género humano ante Cristo en el momento del Juicio Final.