BLANCA MUÑOZ (Madrid, 1963).
“Anudada”, 2015.
Acero inoxidable. Ejemplar 7/12.
Firmada y justificada.
Medidas: 27 x 37 x 30 cm.
Las esculturas de Muñoz en su mayoría están realizadas principalmente en acero inoxidable como en este caso. Se caracterizan por su capacidad para modular la luz y generar sensaciones de ligereza y dinamismo. De hecho la presenta pieza presenta grandes similitudes con las obras publicas de la artista; “Leonidas” (Madrid, 2004) y Géminis (Madrid, 2009). Muñoz ha señalado en repetidas ocasiones su interés por la creación de volúmenes permeables que transformen la percepción del entorno urbano o paisajístico.
Blanca Muñoz Gonzalo es una creadora visual española cuya trayectoria se caracteriza por un lenguaje escultórico singular, en el que confluyen el rigor técnico, la experimentación material y un profundo interés por la interacción entre la obra y el espacio que la contiene. Su producción se ha desarrollado entre el grabado y la escultura, disciplinas que explora con igual intensidad, generando un corpus artístico en el que la investigación sobre la luz, la transparencia y la percepción ocupa un lugar central.
Muñoz inició su formación académica en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo la licenciatura en 1988, con especialización en pintura. Su temprana vocación por el grabado la condujo a proseguir estudios en la Calcografía Nazionale del Istituto Centrale per la Grafica de Roma gracias a una beca del Gobierno italiano (1989–1990). Posteriormente, completó su formación con estancias en la Academia de España en Roma (1990–1991), la Dirección General de Asuntos Exteriores de México en Ciudad de México (1992–1993), y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Sevilla (1994). Entre 1998 y 1999 residió en Londres, donde profundizó en técnicas de estampación digital, ampliando así su repertorio expresivo.
A lo largo de su carrera, Muñoz ha explorado una diversidad de procedimientos artísticos: pintura, cerámica, joyería, grabado calcográfico y escultura. Desde la década de 1990 consolidó un lenguaje personal que transita de la bidimensionalidad del grabado a la ocupación tridimensional del espacio, incorporando elementos metálicos que se proyectan fuera del plano. Este proceso de expansión material desembocó en una práctica escultórica de gran coherencia formal.
Su producción ha sido objeto de exposiciones individuales y colectivas en museos y centros de arte nacionales e internacionales, incluyendo el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo del Prado, el IVAM de Valencia y el National Museum of Women in the Arts de Washington D.C., donde sus esculturas formaron parte de la muestra Heavy Metal. Sus obras integran colecciones tan diversas como la Calcografía Nacional, el Banco de España, la Fundación Coca-Cola, el Museo Würth y numerosas instituciones públicas y privadas en Europa y América.