Taller de JUAN DE ANCHIETA (Azpeitia, Guipúzcoa, c. 1540 – Pamplona, 1588) ; segunda mitad del siglo XVI.
“San Pablo”.
Madera tallada, policromada y dorada.
Presenta desperfectos.
Medidas: 52 x 20 x 10 cm.
Tallada de madera que representa a san Pablo, reconocible gracias a la espada, que es uno de sus principales atributos iconográficos. La pieza muestra cierto hieratismo que queda suavizado con el trabajo de los pliegues que conforman el manto. San Pablo era un judío helenizado de la Diáspora, nacido en Tarso. Era por lo tanto judío por su origen étnico, griego por su cultura y romano por su nacionalidad. Recibió el nombre de Saulo, que cambió por Pablo tras su conversión. Nacido a principios del siglo I, estudió en Jerusalén con el rabino Gamaliel, quien se habría destacado por su odio hacia los cristianos. Un día, cuando hacia el año 35 iba desde Jerusalén a Damasco, fue deslumbrado por un rayo, cayendo de su caballo. Entonces escuchó la voz de Jesús que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. A raíz de esta experiencia el santo pasó bruscamente de perseguidor a celador del cristianismo.
Por su estilo se puede atribuir esta obra al taller Juan de Anchieta, escultor barroco perteneciente a la Escuela Romanista, corriente del manierismo español que muestra una marcada influencia de los autores italianos que trabajaron en Roma, especialmente Rafael y Miguel Ángel. El estilo romanista se caracteriza especialmente por su monumentalidad y sus potentes anatomías, rasgos que se aprecian con claridad en esta talla. De hecho, Juan de Ancheta se formó con probabilidad en Italia, dado que su estilo delata influencias de maestros italianos, aunque no hay documentación que apoye este viaje. Hacia 1565 Ancheta se encontraba en Valladolid, pero poco después estaba en Briviesca, presumiblemente colaborando con Gaspar Becerra en un retablo para la iglesia del convento de Santa Clara. De hecho, el estilo de Ancheta muestra la influencia del manierismo de Becerra, enriquecido con el clasicismo de la escultura romana contemporánea. Se cree que el escultor volvió a trabajar junto a Becerra hacia 1558, en un retablo.