Escuela italiana siguiendo modelos de DELLA PORTA Y MIGUEL ÁNGEL; c. 1600.
"Cristo crucificado".
Plata y madera ebonizada.
Medidas: 14,5 x 14,5 cm; 77 x 27 cm (cruz).
Este Cristo crucificado, realizado en torno al año 1600, corresponde a la escuela italiana y sigue los modelos difundidos por Giacomo della Porta y, en última instancia, por Miguel Ángel, cuyas soluciones formales influyeron decisivamente en la iconografía del crucificado en el tránsito del Renacimiento al Barroco.
La obra combina plata repujada en la figura de Cristo con una cruz de madera ebonizada, creando un contraste marcado entre el fulgor metálico del cuerpo y la oscuridad solemne del soporte. El Cristo aparece con una anatomía poderosa y tensa, de clara inspiración miguelangelesca: el torso se representa con un modelado vigoroso, los músculos definidos y el cuerpo en ligera torsión, acentuando el dramatismo de la escena.
La cruz se eleva sobre un sólido pedestal arquitectónico, igualmente realizado en madera ebonizada, decorado con aplicaciones de plata de rica labor ornamental. En el centro, un relieve narrativo de plata representa una escena sacra —probablemente alusiva a la Pasión— que refuerza el carácter devocional de la pieza. Los elementos decorativos de roleos y motivos vegetales punzonados otorgan dinamismo a la base y sitúan la obra dentro del gusto manierista tardío.
Este tipo de crucifijos, concebidos para altares o capillas privadas, refleja la fusión entre solemnidad clásica y pathos barroco propia de la escultura italiana de fines del Cinquecento. La influencia de Miguel Ángel se manifiesta en la monumentalidad del desnudo y en la expresividad contenida, mientras que la mano de orfebres italianos se advierte en la exquisita ejecución en plata, símbolo de lujo y sacralidad.