MANUEL MARÍN (Cieza, Murcia, 1942 – Málaga, 2007).
Sin título.
Metal policromado. Pieza desmontable en tres partes.
Presenta desgastes y arañazos.
Firmada en la base.
Medidas: 163 x 260 x 95 cm.
Escultura móvil realizada en metal, en la cual el artista ha utilizado diferentes tonos de una gama cromática primaria. Rasgo que define a la obra dentro de la corriente estética del neoplasticismo, la cual popularizó esta gama de colores y la experimentación en torno a la representación de los mismos. Cabe destacar el trabajo de Manuel Marín, que demuestra su clara vinculación con las corrientes de vanguardia, la aplicación y el desarrollo de las mismas en su propia producción a través de un lenguaje único y personal.
Manuel Marín se inició a los diez años en el mundo del toreo, y realizó su primera corrida a los dieciséis. No obstante, a los veinte años viajó a Londres y entró a trabajar en una galería de arte, adentrándose definitivamente en el mundo de la escultura. Allí conoció al artista británico Henry Moore, quien lo contrató como ayudante en la realización de sus esculturas en bronce. En 1964 se trasladó a Nueva York, donde trabajó como restaurador de arte hasta abrir su propia galería, The American Indian Art Gallery, que contó entre sus clientes a Warhol, Basquiat, De Kooning, Keith Haring y otros. Atraído por las esculturas móviles, empezó a crear sus propias obras en 1969, y al año siguiente celebró su primera exposición en la galería Alan Brown de Scardele, Nueva York. Desde entonces mostró su obra en diversas salas neoyorquinas, así como en Canadá, Italia, México, China, Puerto Rico, Japón y España. Actualmente cuenta con monumentos públicos en diversos puntos de Estados Unidos y España, y está representado en colecciones españolas y extranjeras, habiendo alcanzado con su producción artística un reconocimiento por parte de la crítica y el público.