Escuela española de finales del siglo XIX
"Virgen con Niño".
Escultura de alabastro.
Medidas: 46 x 32 x 17 cm.
Escultura devocional en alabastro, de estilo tardo-gótico con pervivencias pre-renacentistas, perteneciente a la tradición hispana de imágenes marianas de bulto redondo destinadas a la devoción privada o al oratorio doméstico.
La Virgen se representa sentada, de talle esbelto y cuello delicado, con el rostro ovalado y rasgos suaves: nariz recta, ojos almendrados y una expresión de melancólica ternura. Su cabellera ondulante, minuciosamente cincelada, enmarca el rostro y cae sobre los hombros. El Niño Jesús, ya de cierta edad, se alza de pie sobre un pequeño escabel o mesa baja, estableciendo con su madre un íntimo diálogo de miradas.
El manto de la Virgen, amplísimo, forma pliegues quebrados y angulosos que reposan sobre el regazo y se derraman hasta el suelo, mientras que la túnica interior se ciñe al cuerpo, marcando plisados verticales que acentúan la verticalidad y el ritmo del conjunto. Este contraste entre el manto quebrado y la túnica lisa genera un efecto de claroscuros que anima la superficie del alabastro. Bajo el borde del manto asoma uno de los pies descalzos de la Virgen, detalle que refuerza el naturalismo incipiente propio del cambio de siglo.
El tratamiento del cabello —en mechones finos y definidos tanto en la Virgen como en el Niño— evidencia la atención minuciosa del cincelado y la calidad de la talla. En la parte posterior de la silla o trono mariano se aprecian hornacinas trilobuladas, un motivo decorativo gótico que alude a la arquitectura religiosa y refuerza el carácter sacro de la composición.
La obra se inscribe dentro de la escultura mariana castellana y aragonesa de fines del siglo XV, en la que persiste el lenguaje gótico internacional, suavizado ya por una sensibilidad más humanizada y naturalista, propia de los talleres activos durante el tránsito al Renacimiento.
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