Calvario filipino. Filipinas, siglo XVIII.
Marfil tallado, plata, plata dorada, textiles y madera; urna de cristal.
Con certificado de antigüedad.
Medidas: 59 x 22 x 44 cm. (con urna).
Esta delicada composición devocional representa un Calvario, conjunto escultórico característico de la producción religiosa filipina del siglo XVIII, donde confluyen la maestría de la talla en marfil y la suntuosidad de la orfebrería colonial.
En el centro se alza la cruz de madera oscura, de brazos rematados en ornamentos de plata dorada, sobre la cual pende la figura de Cristo crucificado, finamente esculpida en marfil. El cuerpo del Redentor, de proporciones armoniosas y naturalismo contenido, presenta las huellas del suplicio —heridas sangrantes y ligera inclinación de la cabeza—, reforzando el dramatismo característico del barroco tardío filipino. El perizoma o paño de pureza, cincelado en plata dorada, y la cartela del INRI subrayan el refinamiento técnico del conjunto.
A los pies de la cruz se disponen las tres figuras tradicionales del Calvario: la Virgen María, San Juan Evangelista y la Magdalena, todas realizadas también con cabezas y manos de marfil, cuerpos de madera y brazos articulados, ricamente ataviadas con textiles originales bordados con hilos metálicos y aplicaciones de plata. La expresividad de sus rostros, el tratamiento del cabello natural y la teatralidad de las posturas responden a la estética emocional del arte hispano-filipino, heredera tanto del barroco ibérico como de la sensibilidad local.
El conjunto se conserva bajo su urna original de cristal abombado, con base dorada, elemento frecuente en los objetos devocionales domésticos destinados a la oración privada de las familias criollas y peninsulares establecidas en el archipiélago.
Por su factura, materiales nobles y estado de conservación, este Calvario constituye un testimonio excepcional de la escultura religiosa filipina del período colonial español, ejemplo paradigmático del sincretismo artístico entre Oriente y Occidente.
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