Escuela española del siglo XIV.
“Virgen con niño” (fragmento).
Alabastro policromado.
Policromia original.
Medidas: 50 x 36 x 24 cm.
Escultura gótica realizada en madera tallada y policromada que representa la advocación de la Virgen de la Leche o de la Buena Leche. En la talla se aprecia la figura de la Virgen como trono del Niño, que no se muestra al espectador, sino que le da la espalda. Cabe destacar que durante esta época las representaciones de la Virgen y el Niño, solían ser hieráticas sin ningún contacto entre ambos, sin embargo, en esta obra María inclina la cabeza levemente hacia abajo, y parece esbozar una leve sonrisa de tal modo que se establece una relación que va más allá de la Virgen como trono del Niño. En cuanto a la técnica esta destaca por su rigidez tan característica de la época, aunque el pliegue del manto de la Virgen sobre la rodilla indica un cierto movimiento y juego de volumen. Cabe destacar que la zona trasera esta apenas trabajada, lo que indica que se trata de una obra que seguramente perteneciese a un clico escultórico mayor.
También conocida como Virgen nutricia o nodriza, Virgen del Reposo o del Buen Reposo, Virgen de Belén o de la gruta de Belén; es una advocación y una iconografía de la Virgen María, en la que se la representa en el acto de amamantar al Niño Jesús. Esta representación ha tenido diversos desarrollos en el arte sacro, como lo es la pintura, la escultura y la particular iconografía de la Iglesia Ortodoxa.La representación de la Virgen amamantando al niño Jesús es mencionada por el papa Gregorio Magno, un mosaico con esta representación que probablemente data del siglo XII se encuentra en la fachada de la Basílica de Santa María in Trastevere, aunque unos otros cuantos ejemplos de la temprana Edad Media aún sobreviven. Se considera que esta advocación puede ser un sincretismo de las diosas-madre, en particular de la diosa Isis amamantando a Horus y, probablemente las primeras imágenes aparecieron en el arte copto. La Gruta de la Leche es un lugar en Belén, muy cercano a la Basílica de la Natividad, donde la tradición dice que la Virgen amamantó al Niño, y una gota se derramó sobre una roca, que cambió su color, haciéndose blanca. Debido a esto, piedras de la gruta (formadas de carbonato de calcio), eran consideradas reliquia en los primeros siglos pues, al diluirlas en agua, ésta tomaba aspecto de leche. El santuario levantado en este lugar es utilizado por las mujeres que piden a la Virgen les mejore la calidad de su leche materna. Durante el siglo XV la escultura española persiguió fines principalmente didácticos, y sus imágenes se conciban como una narración visual, que siempre debía ser claramente legible. En este momento, previo a la búsqueda del naturalismo que surgirá durante el periodo gótico, el lenguaje es puramente conceptual, y funciona a base de símbolos y convenciones aceptados por todos. En este sentido, la talla es sintética, representativa más que reflejo del natural, lo mismo que el tratamiento del rostro.
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