Cruz procesional. España, segundo tercio del siglo XVI.
hierro forjado y policromado.
Con medallón de esmalte en la parte superior.
Peana de madera, con algunos descantillados.
Medidas: 55 x 36 x 8 cm.(cruz); 7 x 21 x 14 cm.(peana).

Esta cruz procesional se inscribe ya en el ámbito del Renacimiento, si bien conserva elementos formales heredados del lenguaje gótico, característicos de la transición estilística en la orfebrería y forja religiosa.

Ejecutada en hierro forjado, presenta una composición ordenada y simétrica, acorde con los principios renacentistas, aunque los perfiles recortados, calados y remates apuntados de los brazos remiten aún a soluciones góticas tardías. Los extremos se animan con roleos y perforaciones que aligeran la masa metálica y aportan un ritmo decorativo sobrio y equilibrado.

En el cruce de los brazos destaca un medallón esmaltado con la Virgen y el Niño (y Santo Domingo al dorso). La integración del esmalte evidencia la continuidad de técnicas mixtas en el arte litúrgico del siglo XVI.

En su conjunto, la cruz ilustra con claridad el tránsito del gótico tardío al Renacimiento, combinando tradición y renovación formal, y refleja el alto nivel de los talleres especializados en forja religiosa durante la segunda mitad del siglo XVI.