Escuela francesa; siglo XIX.
“Segador”.
Bronce patinado y parcialmente dorado.
Medidas: 18 x 16,5 x 8,5 cm.
Esta escultura en bronce representa con gran sensibilidad la figura de un segador en plena pausa de su labor. La obra destaca por su realismo contenido y su atención al detalle, rasgos característicos de la escultura francesa decimonónica, especialmente interesada en las escenas costumbristas y en la dignificación del trabajo rural.El modelado preciso del cuerpo y los pliegues de la ropa revelan un notable dominio técnico. La composición se equilibra, aportando estabilidad visual y profundidad narrativa.
En la Francia del siglo XIX, la representación de escenas rurales y del trabajo cotidiano adquirió una gran relevancia artística y social, en un contexto marcado por la industrialización y los profundos cambios sociales. Artistas y escultores encontraron en figuras como el segador un modo de reivindicar la dignidad del trabajo manual y de preservar la memoria de un mundo campesino que comenzaba a transformarse.