ANTONIO BANDERAS (Málaga, 1960).
“La balanza”, de la serie “Secretos en negro”, Málaga, 2010.
Fotografía digital en papel sobre Dibond.
Ejemplar H.C.
Firmada, titulada, justificada y con información de la tirada al dorso.
Serie expuesta en el Instituto Cervantes de Madrid en 2010.
Ligeros desperfectos.
Medidas: 75 x 100 cm.
El insigne actor Antonio Banderas ha desarrollado en paralelo a su carrera cinematográfica, sobre todo en las últimas décadas, un trabajo fotográfico que se ha dado a conocer en exposiciones internacionales. “Secretos en negro” es el título de la serie a la que pertenece la fotografía que licitamos, una serie formada por 23 fotografías rebosantes de teatralidad y glamour, en las que la mujer aparece como independiente y empoderada. Utiliza mitos y referencias de la literatura, la pintura o la ópera y vinculadas a la cultura española como Carmen, Don Juan Tenorio, El Barbero de Sevilla o “La Maja Desnuda” de Goya. A partir de estos referentes, crea una atmósfera sensual y elegante en un ambiente íntimo y estudiado. Esta serie pudo verse en el Instituto Cervantes de Madrid en 2010.
En la fotografía que mostramos, “La balanza”, Banderas propone una reflexión estética y simbólica sobre el equilibrio y la equidad. La imagen presenta dos figuras femeninas envueltas en velos que insinúan la forma de su rostro, pero sin exhibición explícita del cuerpo, lo que sugiere una tensión entre la sensualidad y la contención formal. Como vemos, su trabajo en Secrets on Black se caracteriza por una puesta en escena teatralizada, minimalista y conceptual, en la que el cuerpo —generalmente femenino— se convierte en vehículo de exploración de temas como el deseo, la multiplicidad del yo y el silencio interior. La elección del negro como fondo unifica la serie y remite a un espacio simbólicamente cargado: el negro como lo oculto, lo íntimo, lo inconfesable. El tratamiento de la luz es especialmente destacable: en esta fotografía, el contraste entre las pieles iluminadas y el fondo oscuro crea una atmósfera casi tenebrista, heredera de la tradición pictórica barroca, pero reinterpretada desde la estética digital contemporánea. La plasticidad del cuerpo y la exactitud de los reflejos revelan un dominio técnico considerable y una intención estética muy cuidada con la que se adentra en el terreno de la fotografía construida.