Icono ruso del siglo XIX.
"Fuente viva".
Témpera al huevo sobre madera.
Presenta retoques, desconchados en la parte inferior y restauraciones.
Medidas:
En este icono, la Virgen con el Niño Jesús emergen de un cáliz o copa de la eucaristía, y aparecen rodeados de santos y obispos. Con ello, la iconografía alude a la misión que Dios Padre ha encomendado a su Hijo. Se anuncia, así la muerte y la resurrección, la Pascua y la Eucaristía en una imagen devocional característica de la tradición iconográfica ortodoxa.
La Madre de Dios de la Fuente que da vida o Fuente que da vida es un epíteto de la advocación de la Santa Madre de Dios que se originó con su revelación de una fuente sagrada en Valoukli, Constantinopla, a un soldado llamado León Marcelo, quien más tarde se convirtió en el emperador bizantino León I (457-474). León construyó la histórica Iglesia de Santa María de la Primavera sobre este sitio del milagro, que fue testigo de numerosas curaciones milagrosas a lo largo de los siglos, a través de sus intercesiones, convirtiéndose en uno de los lugares de peregrinación más importantes de la ortodoxia griega. Así, el término "Fuente que da vida" se convirtió en un epíteto de la Santa Madre de Dios y fue representada como tal en la iconografía.