Frontal de chimenea; atribuido a VALENTINO BESAREL (Astragal, Italia,1829-, Venecia, 1902); Venecia, c.1880.
Nogal tallado.
Presenta desgastes en la base.
Procedencia; Palacio de los marqueses de Unzá.
Medidas: 259 x 204 x 44 cm.
Frente de chimenea realizado en nogal tallado. La pieza, que destaca por sus monumentales dimensiones, se sustenta sobre una base cuyas pilastras adoptan la realista forma de Atlas. Sobre ellos una delicada cornisa muestra una ornamentación detallada a base de hojas de acanto talladas, acompañadas de gorriones de extrema ligereza en la forma y en el centro un rostro femenino de caballos alborotados. Este friso horizontal da paso a un entablamento de cornisa volada inspirado en las arquitecturas clásicas. Sobre él un gran copete presenta en relieve una escena de inspiración mitológica que parece representar a Venus y a Hefestos en el taller de este, enmarcados por una gran guirnalda. Este detalle queda acompañado de un grupo escultórico en bulto redondo con dos amorcillos sobre el copete y una figura masculina y otra femenino flanqueando los laterales.
La calidad técnica de la talla que presenta este gran frontal de chimenea invita a pensar que se trata de una obra de Valentino Besarel de hecho en el libro «Valentino Panciera Besarel (1829-1902) Storia e arte di una bottega d'intaglio in Veneto» se puede apreciar un frontal de chimenea muy similar realizado en mármol. "Besarel" es un apodo de origen popular utilizado para distinguir a la familia del artista de otras estirpes homónimas, pero ha llegado a dominar incluso el apellido, hasta el punto de que incluso en el mundo artístico se le conoce simplemente como "Valentino Besarel". La última representante de la Panciera "Besarel" fue la hija de Valentino, Caterina, fallecida en 1947. La familia Besarel se había dedicado a la talla de madera durante generaciones: su bisabuelo Valentino (1747-1811), alumno de Giampaolo Gamba "Zampòl" y discípulo del maestro Andrea Brustolon, su abuelo Giovanni (1778-1842) y también su padre Giovanni Battista (1801-1873) habían sido tallistas; este último había alcanzado cierta fama local al dejar obras en varias iglesias de la zona de Zoldo. Valentino recibió su primera formación en el taller de su padre, a la que añadió, a principios de la década de 1840 a la escuela del dibujante de Belluno Antonio. El punto de inflexión llegó cuando conoció a Giuseppe Segusini, que le vio trabajar mientras, siguiendo a su padre, decoraba la iglesia arcedianal de Agordo. Gracias al arquitecto de Feltre, pudo asistir a la Accademia di Venezia de 1853 a 1855, aunque no pudo terminar sus estudios. Sus primeras obras autónomas, también por encargo de Segusini, fueron los Santos Pedro y Pablo para el altar mayor de la iglesia parroquial de Tiser y los Cuatro Evangelistas para la catedral de Belluno (1855-1856). Besarel trabajó durante mucho tiempo en su tierra natal, hasta que en los años sesenta se trasladó a Venecia, donde recibió grandes honores y fama europea, hasta el punto de convertirse en proveedor oficial de las principales monarquías del continente. Ni siquiera la invalidez que sufrió con la pérdida de cuatro dedos pudo interrumpir la actividad de Valentino.