Conjunto de tres mesas de finales del siglo XIX.
Con taracea granadina.
En madera de nogal, con marquetería de diversas maderas nobles y taracea de hueso y nácar.
Medidas: entre 49 x 41 x 37 cm.(las pequeñas) y 52 x 64 x 56 cm.(la mayor).

Conjunto de tres mesas auxiliares, compuesto por una mesa de mayor tamaño y dos laterales idénticas más pequeñas. Son un ejemplo notable de la ebanistería Alhambrista o Neo-Mudéjar que floreció en Granada durante la segunda mitad del siglo XIX.

La inspiración en la arquitectura y las artes decorativas de la Alhambra es manifiesta: en el uso de formas geométricas (tableros octogonales y chambranas en forma de estrellas), la presencia de arcos calados como elemento estructural y decorativo, y sobre todo, la taracea decorando el sobre y el travesaño.

Los tableros están profusamente decorados con incrustaciones de maderas finas de distintos tonos, hueso y nácar, creando complejos patrones de lacería y estrellas. La estructura es de una madera de nogal, mientras que la decoración de taracea utiliza una variedad de maderas finas y materiales para lograr el contraste cromático.

La mesa más grande presenta un complejo diseño de taracea que parte de un medallón central estrellado y se expande en una intrincada red de lacería. El borde está rematado por una greca de dientes de sierra o triángulos de hueso y madera oscura, un detalle de gran refinamiento. Justo debajo del tablero, en lugar de un faldón liso, encontramos una serie de arcos polilobulados calados. Se conectan entre sí, creando un efecto de celosía arquitectónica.

Las seis patas están unidas por un estante inferior, también octogonal y decorado con taracea, que repite el motivo del tablero superior en una versión más simplificada y proporciona solidez estructural.

Las mesas pequeñas también son de sobre octogonal, y con una decoración de taracea similar a la mayor, demostrando la unidad del conjunto. Cada lado del octágono está formado por un arco de herradura calado, una referencia directa a la arquitectura islámica. El trabajo de calado es limpio y define perfectamente la silueta de la pieza. Cuentan igualmente con un estante inferior octogonal decorado con taracea, dando coherencia al diseño general.