PERE COSP (Barcelona, 1907-2007).
Pareja de apliques de pared.
Hierro forjado con ligera decoración dorada.
Cinco puntos de luz.
Presentan marcas de uso. Precisa restauración en uno de los brazos (soldadura).
Medidas: 70 x 33 x 15 cm.
Pareja de apliques con cinco puntos de luz diseñados en formas angulosas en hierro forjado. Los brazos están formados por dobles varas unidas entre sí por clavos doraos. Pere Cosp fue un interiorista y diseñador barcelonés. Con una formación mayoritariamente autodidacta, Pere Cosp recondujo el taller de artesanía familiar hacia el interiorismo y la decoración integral. La profesión le sirvió para dar rienda suelta a su talento creativo, intencionadamente alejado de las modas y tendencias de la época. Prueba de esa personalidad inconformista e inquieta que lo definía son los diseños de sus muebles, que todavía hoy conservan un espíritu innovador y transgresor. Cosp asistió a la Escuela de Artes y Bellos Oficios, así como en las clases de perspectiva del profesor Arola. Pero más importante para él fue la parte práctica: entrar en el taller familiar y vivir de cerca todos los oficios que allí se desarrollaban: dorados, molduras y todo tipo de trabajos de restauración. También trabajó con el mueblista Alonso y con el decorador Parcerises. Pere Cosp fue pionero en el uso de materiales que podríamos llamar humildes, como la madera de pino, los tableros de aglomerado, la rafia, etc., que con sus tratamientos y usos los elevaba de categoría. A menudo colaboraba con otros gremios: en el campo del metal, trabajaba con Biosca y Botey y Pere Peronella. En esta línea de colaboraciones se inscriben sus pies-pantalla, apliques de pared, mobiliario de exteriores para jardines, una extensa colección de pomos y manijas, La decoración de estos elementos o el último acabado siempre se hacía en el taller. Llevaba a cabo unas combinaciones de gran belleza: la piedra, los mármoles –Torra Passani era el principal proveedor– el mosaico, en colaboración con Bru, el vidrio, Granell, el esmalte, Morató, las lacas. A lo largo de sus 50 años de carrera, transformó un centenar de casas particulares en viviendas modernas, a menudo avanzadas a su tiempo. Su sello personal impregnaba cada rincón del hogar: distribuía espacios, diseñaba el mobiliario y decidía hasta el menor detalle decorativo.