Caja registradora; Steven Sons, Londres, principios del siglo XX.
Metal y madera.
Presenta marcas de uso y desastes. Precisa repaso de la maquinaria.
Medidas: 58 x 47 x 44 cm.
Caja registradora inglesa. A finales del siglo XIX; la mayor parte de los negocios estaban creciendo, adquiriendo unas dimensiones que iban más allá del ámbito familiar, donde lo habitual es que sólo una o dos personas manejaran el dinero. Los negocios de mayor envergadura comenzaron a preocuparse por los pequeños robos por parte de sus empleados, por lo que pronto se llegó a la conclusión lógica de utilizar sistemas mecánicos para el cobro en los establecimientos. Actualmente se atribuye a James Ritty (Dayton, Ohio), el propietario de un café, la creación de la primera caja registradora. Tras darse cuenta de que estaba perdiendo dinero en su negocio, inventó y patentó junto a su hermano John la primera caja registradora el 4 de noviembre de 1879. Juntos, en los años sucesivos, desarrollaron nuevos modelos, entre los que se encuentra el conocido como “El Cajero Incorruptible”. En 1885 llamaron la atención de un nuevo socio, John Patterson, con quien fundaron The National Manufacturing Company (poco después The National Cash Register Company).