Caja- joyero; Francia, finales del siglo XIX.
Latón con cubierta de vidrio facetada y placa a la manera de wedgwood.
Seda en el reverso.
Medidas: 6 x 13 x 10 cm.
En el siglo XIX, las cajas joyero adquirieron gran importancia como objetos tanto funcionales como decorativos, reflejando el refinamiento y el gusto de las clases acomodadas. Su auge se explica en el contexto de la Revolución Industrial y el crecimiento de la burguesía, que impulsaron la demanda de objetos de lujo accesibles y personalizados. Además, el siglo XIX fue una época marcada por la valorización de lo íntimo y lo sentimental, donde regalar joyeros finamente elaborados se convirtió en un gesto afectivo y simbólico. El desarrollo de nuevas técnicas de esmaltado y producción de porcelana, así como la influencia de estilos artísticos como el Rococó revival y el Romanticismo, fomentaron la creación de estos objetos con escenas galantes, mitológicas o bucólicas. Las cajas joyero no solo resguardaban las posesiones más preciadas, sino que también eran piezas de exhibición, muchas veces elaboradas por hábiles artesanos que trabajaban el metal, la cerámica y el esmalte con precisión y arte. Su presencia en tocadores y salones se convirtió en un signo de estatus, sofisticación y sensibilidad estética, lo que explica su popularidad y la variedad de diseños que proliferaron en toda Europa durante esta época.