Espejo español del siglo XVIII.
Madera tallada, dorada y policromada. Vidrio emoglisé.
Presenta roturas en el vidrio. Con inscripciones en el reverso.
Medidas: 57 x 41,5 x 4 cm.
Si por algo se distingue este espejo es por su pertenencia al barroco español: cabezas de querubines talladas decoran los laterales, márgenes que a su vez se ven embellecidos por curvas y contracurvas netamente barrocas. El espejo rectangular ha sido trabajado mediante la técnica francesa del vidrio églomisé, consistente en aplicar pan de oro o plata en el reverso de una pieza de vidrio, grabarla y protegerla. La policromía rojiza y dorada también responde al barroco español.