Atribuido a FERDINAND BARBEDIENNE. París, mediados del siglo XIX.
"Procesión dionisíaca".
Pareja de jarrones en bronce dorado.
Base de mármol rojo.
Medidas: 46 cm de altura.
Esta soberbia pareja de jarrones de estilo neoclásico, ejecutada en bronce dorado y asentada sobre elegantes bases de mármol rojo, se erige como testimonio paradigmático de la exquisita orfebrería artística de la Francia del Segundo Imperio. Atribuidos al célebre Ferdinand Barbedienne, reputado broncista parisino, los cuerpos esbeltos se adornan bajorrelieves continuo de notable virtuosismo, con un cortejo de ménades o sacerdotisas báquicas. Entre ellas, sátiros las persiguen, enlazando la escena con la tradición de las bacanales grecorromanas, símbolo de fertilidad, música y embriaguez mística.mLa calidad del cincelado es digna de mención: pliegues, cabellos y músculos se suceden con una nitidez que denota la maestría de un taller puntero en la fundición artística de su tiempo. La pátina dorada intensifica la vivacidad de las figuras, atrapando la luz y animando el desfile mítico que recorre la superficie curva de cada pieza. Estas piezas cristalizan la fascinación de toda una época por el Renacimiento de la Antigüedad.
Ferdinand Barbedienne fue uno de los broncistas más renombrados del siglo XIX. Desde 1860 hasta la década de 1890, Barbedienne, siempre interesado en investigar nuevos procesos, experimentó con nuevas técnicas en esmalte champlevé y esmalte cloisonné, muy en boga en aquella época. Cuando Collas falleció en 1859, la empresa prosperaba en el campo de los bronces monumentales. Ahora solo al frente de la empresa, Barbedienne, reconocido unánimemente, desempeñó un papel destacado en la profesión. El negocio repuntó tras la guerra de 1870 y gran parte de la producción de la empresa se exportaba. Cuando Barbedienne falleció en 1892, la empresa estaba en pleno apogeo. La gran calidad de su trabajo permitió a Barbedienne participar en la mayoría de las Exposiciones Universales, donde fue galardonado con numerosas medallas. En particular, recibió la Grande Médaille d'Honneur en París en 1855.