Pipa de tabaco, vástago y boquilla; Posiblemente Francia, siglo XIX.
Espuma de mar “Meerschaum”, plata, madera y ámbar,
Medidas: 29 x 14,5 x 8,5 cm; 55,5 cm.
Pipa de tabaco compuesta por vástago y boquilla, elaborada con una combinación de materiales nobles que evidencian tanto la destreza artesanal como el gusto refinado de su posible propietario.
El cuenco de la pipa está confeccionado en espuma de mar o Meerschaum, un material mineral blanco y poroso que fue altamente valorado en Europa durante los siglos XVIII y XIX por su capacidad para ofrecer una fumada fresca y seca. Esta pieza en particular presenta una pátina tostada, testimonio del paso del tiempo y del uso, que ha conferido al material una tonalidad cálida y uniforme.
La unión entre el cuenco y el vástago está ricamente adornada con un aplique de plata labrada, diseñado en forma de una cabeza de animal estilizada que parece emerger del cuerpo de la pipa. La decoración con escamas grabadas en el metal, posiblemente representando un dragón o pez fantástico.
La espuma de mar, o meerschaum (sepiolita), ha sido ampliamente valorada en la fabricación de pipas de fumar desde el siglo XVIII debido a sus propiedades físicas y estéticas. Este mineral, de origen sedimentario y estructura porosa, es especialmente apreciado por su capacidad para absorber la humedad y los residuos del tabaco, lo que proporciona una fumada más seca, fresca y suave. Además, su ligereza y facilidad para el tallado permiten la creación de formas altamente ornamentales, lo que ha elevado su estatus como material predilecto para la elaboración de pipas artísticas. En colecciones museográficas y privadas, las pipas de espuma de mar destacan como piezas representativas de la artesanía europea del siglo XIX y XX, cargadas de valor histórico y cultural.
Las pipas, en particular, han sido consideradas verdaderas piezas de arte y testimonio material de épocas y estilos. Elaboradas en diversos materiales, muchas de ellas reflejan la estética, la tecnología y los valores de las sociedades que las produjeron. Su manufactura cuidadosa y diseño ornamental convirtieron a algunas en objetos de lujo.
Hoy en día, más allá del debate en torno al consumo de tabaco y sus efectos, las pipas representan un campo de interés para coleccionistas, antropólogos y museólogos. Su valor reside no solo en su rareza o antigüedad, sino en lo que revelan sobre las prácticas cotidianas, la evolución del diseño industrial y la historia del consumo. Así, estos objetos trascienden su función original para convertirse en portadores de memoria cultural.