Purera; Francia, c. 1870
Madera de roble, latón y bronce plateado
Medidas: 15,5 x 24,5 x 18,5 cm.
Caja para puros en madera con capacidad para veinte piezas. En forma de caseta para perro, con el animal asomando la cabeza por el frente de ésta, el tejadillo a dos aguas esconde el depósito de puros.
A lo largo de la historia, el tabaco ha desempeñado un papel significativo en diversas culturas, no solo como producto de consumo, sino también como símbolo ritual, económico y social. Su introducción en Europa tras el contacto con América marcó el inicio de una práctica que pronto se expandió a nivel global, influenciando desde costumbres aristocráticas hasta rituales populares. En este contexto, los objetos utilizados para fumar, como las pipas, adquirieron una relevancia que trasciende su funcionalidad práctica.