Agnus Dei de Benedito XIII.
Cera.
Posee marco del siglo XVIII.
Medidas: 15 cm (diámetro); 31 x 23 cm (marco).
Los Agnus Dei son medallones de cera que presentan, por un lado, la imagen del Cordero de Dios, y por el reverso, la figura de algún santo. Su bendición durante la celebración de la Pascua es una costumbre de gran antigüedad. Existen referencias litúrgicas que datan del siglo VII, y hallazgos arqueológicos corroboran su uso anterior: en 1544, al abrirse en Roma la tumba de la emperatriz María, esposa del emperador Honorio e hija del general Estilicón, fallecida antes de mediados del siglo V, se encontró uno de estos discos de cera.
Se ha sugerido que esta tradición podría haber surgido como un gesto conmemorativo del bautismo de los neófitos, en un momento en que dicho sacramento dejó de celebrarse exclusivamente en las festividades pascuales. De hecho, hay evidencias que indican que el Papa entregaba un Agnus Dei a cada nuevo bautizado durante el Sábado Santo. Esto, junto con el hallazgo del ejemplar en la tumba imperial, permite deducir que tanto la bendición de los Agnus Dei como la administración solemne del bautismo coexistieron como rituales durante un periodo determinado.
La cera utilizada para la elaboración de estos objetos sagrados procede en parte del cirio pascual del año anterior, complementada con cera fresca, y tradicionalmente se mezclaba con el Santo Crisma, lo que le confería un carácter aún más simbólico. Durante la Edad Media, la preparación de la cera y la impresión de las imágenes religiosas estaba encomendada a los subdiáconos y acólitos del palacio papal. Actualmente, esta labor es realizada por los monjes cistercienses del monasterio de San Bernardo, en Roma.
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