Ecce Homo. Francia, Luis XIV, ca. 1700.
Estampa calcográfica iluminada y cartón.
Medidas: 19 x 24,5 cm; 30,5 x 35,5 x 2 cm (marco).
La composición en licitación se distingue por el virtuoso juego de filigranas vegetales que envuelve el medallón central del Ecce Homo. Este último, realizado en estampa calcográfica, muestra el rostro de Cristo en primer término, siguiendo la tipología característica de este episodio. La ausencia de detalles narrativos ahonda en el poder expresivo y el pathos, pensado para conmover el ánimo del fiel que ora ante la imagen, dentro de un sentido tremendista muy propio del barroco en los países católicos. El tema del Ecce Homo pertenece al ciclo de la Pasión, y precede al episodio de la Crucifixión. Siguiendo esta iconografía, se presenta a Jesús en el momento en que los soldados se burlan de él, tras coronarle de espinas, vestirle con una túnica púrpura y colocarle una caña en la mano, arrodillándose y exclamando “¡Salve, rey de los judíos!”. Las palabras “Ecce Homo” son las pronunciadas por Pilatos al presentar a Cristo ante la multitud; su traducción es “he aquí el hombre”, frase mediante la cual se mofa de Jesús y da a entender que el poder de Cristo no era tal frente al de los dirigentes que allí le estaban juzgando. Formalmente esta obra está dominada el tratamiento lumínico, muy contrastado y efectista, basado en un foco de luz que incide directamente sobre la figura de Cristo.