PABLO PICASSO (Málaga, 1881 – Mougins, Francia, 1973).
"La mujer del mechón de pelo". Suite "Le bleus de Barcelone".
Pochoir, ejemplar 474/500.
Ed. Au Vent D ´Arles, Paris, 1963.
Firmada y justificada a mano.
Medidas: 53 x 41 ,5 cm.; 82 x 68 cm. (marco).
Pochoir de "La mujer del mechón de pelo", acuarela perteneciente al periodo azul de Picasso. Realizada en 1903, el rostro anónimo, junto con las tonalidades simbólicas del azul, reflejan la melancolía y la tristeza características de este periodo del artista. Actualmente, la obra original forma parte de la colección del Museu Picasso de Barcelona.
La suite "Le Bleus de Barcelone" reúne impresiones de elevada calidad de dibujos y acuarelas de la época azul de Picasso, realizada en Barcelona (un periodo que se originó con en el suicidio de su amigo Carlos Casagemas el 17 de febrero de 1901). Con tiradas de 500 ejemplares, fue editado por Au Vent D'Arles, París, 1963, según las planchas de Daniel Jacomet.
Creador del cubismo junto con Braque, Picasso inicia sus estudios artísticos en Barcelona, en la Escuela Provincial de Bellas Artes (1895). Tan sólo dos años después, en 1897, Picasso realiza su primera muestra individual, en el café “Els Quatre Gats”. París se va a convertir en la gran meta de Pablo y en 1900 se traslada a la capital francesa por un breve periodo de tiempo. Al regresar a Barcelona, empieza a trabajar en una serie de obras en la que se observan las influencias de todos los artistas que ha conocido o cuya obra ha visto. Es una esponja que lo absorbe todo pero no retiene nada; está buscando un estilo personal. Entre 1901 y 1907 se desarrollan la Etapa Azul y la Etapa Rosa, caracterizadas por el uso de esos colores y por su temática con figuras sórdidas, aisladas, con gestos de pena y sufrimiento. La pintura de estos años iniciales del siglo XX está viviendo continuos cambios y Picasso no puede quedarse al margen. Se interesa entonces por Cézanne, y partiendo de su ejemplo va a desarrollar una nueva fórmula pictórica junto a su amigo Braque: el cubismo. Pero Picasso no se queda ahí y en 1912 practica el collage en la pintura; a partir de este momento todo vale, la imaginación se hace dueña del arte. Picasso es el gran revolucionario y cuando todos los pintores se interesan por el cubismo, él se preocupa por el clasicismo de Ingres. El movimiento surrealista de 1925 no le coge desprevenido y, aunque no participa abiertamente, le servirá como elemento de ruptura con lo anterior, introduciendo en su obra figuras distorsionadas con mucha fuerza y no exentas de rabia y furia. Picasso está representado en los museos más importantes de todo el mundo, como el Metropolitan, el MOMA y el Guggenheim de Nueva York, el Hermitage de San Petersburgo, la National Gallery de Londres o el Reina Sofía de Madrid.