PIERRE-AUGUSTE RENOIR (Limoges, 1841- Cagnes sur Mer, 1919).
“Bañista desnuda”, 1897.
Grabado.
Firmada en plancha en el ángulo superior izquierdo. Firmada en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 21,5 x 13,5 cm (plancha); 33 x 25 cm (papel); 35,5 x 47,5 cm (marco).
Renoir fue uno de los más destacados pintores impresionistas, distanciándose sin embargo del grupo por la especial atención que puso en la sensualidad del cuerpo femenino, inspirándose en pintores renacentistas y barrocos. En este sentido, estudió a fondo la obra de Tiziano y, sobre todo, Rubens, para configurar un canon propio de belleza femenina, rotunda en formas y voluptuosa en movimientos. Bañistas y musas de inspiración grecorromana poblaron un buen número de dibujos que, como el que nos ocupa, muestran su predilección por desnudos al aire libre, que culminaría con "les baigneuses", el gran cuadro que realizó al final de su vida. La naturaleza atemporal, la visión idílica de la comunión de los cuerpos en el paisaje, la sensual plenitud de las formas, sus gráciles ademanes, el audaz dibujo contorneando los muslos, todo ello destaca en esta composición. La figura con corona de laurel pudiera referir la diosa Diana. Partiendo del Impresionismo, Renoir reaccionó ante la paulatina desaparición de la forma a la que se habían desembocado otros integrantes del grupo, como Monet, frente a lo que se especializaría cada vez más en figuras femeninas desnudas como estas bañistas. En cuanto al dibujo del anverso, vemos a Helena de Troya sentada en una chaise long tomando la mano de Paris, que permanece de pie, desnudo, con su lira. Renoir realizó otros dibujos en los que incluiría a una tercera figura, el hermano de Paris, Héctor, sorprendiendo a la pareja en la estancia. Conocida es asimismo su pintura "el juicio de Paris", concurso de belleza en el que Helena resulta ganadora. La mitología griega siempre interesó a Renoir, quien sin embargo siempre renovaba en técnica y lenguaje el rico legado de la historia del arte.
.jpg)