JOAN MIRÓ I FERRÀ (Barcelona, 1893 – Palma de Mallorca, 1983).
Sin título.
Litografía sobre papel Velin d'Arches, ejemplar 33/50.
Firmado y justificado a mano.
Presenta marcas de adhesivo.
Medidas: 57 x 45 cm.(apel); 70 x 61 cm.(marco).
Esta litografía se inscribe en el lenguaje maduro de Miró, donde la depuración formal y la autonomía del trazo alcanzan plena libertad. La composición —reducida a líneas, signos y manchas gráficas— responde a la poética del artista, orientada a transformar lo real en un sistema de constelaciones simbólicas, próximo a la escritura automática y al imaginario surrealista.
El equilibrio entre gestualidad y precisión, así como la economía cromática propia del medio litográfico, revelan la importancia que tuvieron los procedimientos gráficos en la obra del artista desde los años cincuenta. Esta pieza, con su repertorio de signos flotantes y tensiones lineales, es un ejemplo claro de su capacidad para fusionar dibujo, poesía y abstracción en un lenguaje personalísimo.
Joan Miró se formó entre la Escuela de la Lonja y la Academia Galí, y realizó su primera exposición individual en 1918 en las Galerías Dalmau. En 1920 se instaló en París, donde entró en contacto con los círculos dadaístas y surrealistas, desarrollando un lenguaje poético basado en la memoria, la imaginación y la abstracción simbólica.
Su consagración internacional llegó pronto: en 1928 el MoMA de Nueva York adquirió obras suyas, y en 1941 el mismo museo le dedicó una gran retrospectiva. Recibió galardones como el Gran Premio de la Bienal de Venecia (1954), el Premio Guggenheim (1959) o el Carnegie de Pintura (1966), además de ser distinguido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Harvard y la de Barcelona. Su obra está presente en los principales museos del mundo —entre ellos la Fundación Miró de Barcelona, el MoMA, el Reina Sofía, la National Gallery de Washington, el MNAM–Centre Pompidou o el Thyssen-Bornemisza— consolidando su legado como uno de los grandes renovadores del arte moderno.
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