Escuela andaluza; siglo XVII.
“San Pedro”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta múltiples restauraciones.
Medidas: 90 x 69,5 cm; 100 x 79,5 cm (marco).
En este lienzo se representa a San Pedro en acto de penitencia, de medio cuerpo y en primerísimo plano, fuertemente iluminado sobre un fondo oscuro y neutro, que realza su corporeidad a la vez que ayuda a centrar la atención en la figura. San Pedro se encuentra llorando, dirigiendo su mirada hacia el cielo, mientras sostiene las llaves, características de su iconografía. La escena se completa con la presencia de la biblia abierta y el perfil de un gallo, situado en la zona derecha de la composición. Que ayuda a entender las lágrimas del apóstol, ya que este negro en tres ocasiones a Cristo.
Respecto al tema representado, San Pedro (Betsaida, c. 1 a.C. – Roma, 67) fue, de acuerdo con el Nuevo Testamento, un pescador, conocido por ser uno de los doce apóstoles de Jesús. La Iglesia católica lo identifica a través de la sucesión apostólica como el primer Papa, basándose entre otros argumentos en las palabras que le dirigió Jesús: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". San Pedro podría decirse que fue el confesor de Jesús, su discípulo más allegado, estando ambos unidos por un vínculo muy especial, tal y como se narra en los Evangelios tanto canónicos como apócrifos.