Escuela italiana del siglo XVIII.
“La huída”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Con marco español del siglo XIX. Con restauraciones.
Medidas: 70 x 97 cm; 81 x 107 cm (marco).
Nos encontramos frente a una escena completamente narrativa, protagonizada por un rey que huye despavorido de un violento personaje que intenta arrojarle una piedra, mientras una multitud enfurecida clama su regreso a los pies de un santuario. El monarca, tocado con una corona y ataviado con regios ropajes, es protegido por un grupo de soldados romanos armados con lanzas. Se trata de una composición barroca en su teatralidad y expresividad, una imagen dramática que demuestra el momento convulso que están viviendo. Formalmente en esta obra domina la influencia del clasicismo romano-boloñés de los Carracci y sus seguidores, una de las dos grandes corrientes del barroco italiano, junto al naturalismo caravaggista. Así, las figuras son monumentales, de rostros idealizados y gestos serenos y equilibrados, en una representación idealizada cuya base parte de los cánones clásicos. También la retórica de los gestos, teatrales y elocuentes, netamente barrocos, es algo típico del clasicismo italiano del XVII. Cabe señalar asimismo la importancia del aspecto cromático, muy pensado, entonado y equilibrado, centrado en gamas básicas en torno al rojo, el ocre y el azul. También la forma de componer la escena, con un ritmo circular y cerrada por un lado con un templo, es típico de esta escuela del clasicismo barroco.