Escuela italiana; mediados del siglo XVII.
“Boceto de San Pedro”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 33 x 23 cm.
En este lienzo el artista representa a San Pedro en acto de penitencia, de medio cuerpo y en primerísimo plano, iluminado sobre un fondo oscuro, que realza su corporeidad a la vez que ayuda a centrar la atención en la figura. El santo se identifica fácilmente gracias a sus rasgos iconográficos habituales: presenta una prominente calva, el cabello canoso y barba corta. Además, en la zona intermedia de la derecha, pueden distinguirse las llaves, emblema de su poder en la tierra y el cielo, otorgado por Cristo. La escena se contextualiza en el interior de la cárcel Mamertina, prisión en la que, según la leyenda cristiana, estuvo San Pedro antes de ser crucificado. En la composición predominan, los tonos tierra y un fuerte claroscuro, característico de la escuela española de los siglos XVII y XVIII, además del uso de formas rotundas y monumentales. Tecnicamente destaca el uso de una pincelada larga y suelta, que presenta un acabado completamente abocetado, expresivo y dinámico.
San Pedro (Betsaida, c. 1 a.C. – Roma, 67) fue, de acuerdo con el Nuevo Testamento, un pescador, conocido por ser uno de los doce apóstoles de Jesús. La Iglesia católica lo identifica a través de la sucesión apostólica como el primer Papa, basándose entre otros argumentos en las palabras que le dirigió Jesús: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". San Pedro podría decirse que fue el confesor de Jesús, su discípulo más allegado, estando ambos unidos por un vínculo muy especial, tal y como se narra en los Evangelios tanto canónicos como apócrifos.
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