Escuela flamenca, s. XVII.
"Aves de corral y zorro en paisaje".
Óleo sobre lienzo.
Bastidor y marco del siglo XIX.
Medidas: 100 X 125 cm.; 120 x 147 cm.(marco).
Durante el siglo de Oro de la pintura flamenca y neerlandesa conocieron un desarrollo genuino de las escenas de caza, las naturalezas muertas y las composiciones de animalística como la que nos ocupa. En este caso, el paisaje recibe tanta atención como las aves, discurriendo en distintos planos de profundidad. Los detalles arquitectónicos, las aves de corral de distintas especies y un zorro atado a una caseta quedan integrados en una atmósfera idílica lograda por las ricas gamas de verdes y sienas, combinándose con un celaje ligeramente tornasolado. De hecho, la agresividad contenida en los escorzos, en las lomas desplumadas y en las fauces entreabiertas del animal atado, contrasta con la atmósfera bucólica que acoge la escena. En cuanto al dibujo, muestra un diestro pulso que modela anatomías vívidas, empleando virajes lumínicos que extraen espléndidos blancos en los plumajes. En las ricas calidades de los pelambres, así como en la carga idílica del paisaje, se aprecia una plástica genuinamente flamenca. Durante el siglo XVII, en Flandes se dio un creciente aumento de la demanda de pinturas para decorar las casas de la burguesía. A grandes rasgos, dentro de la pintura animalística se distinguen dos tendencias, la estática, representada por Clara Peeters y Osias Beert, y la dinámica, con Frans Snyders y Paul de Vos. Esta obra pertenece a la segunda de estas escuelas. Los bodegones dinámicos se caracterizan por las composiciones plagadas de acusadas diagonales, como aquí vemos, y por la frecuente presencia de animales vivos, interactuando con los objetos del bodegón, captados en pleno pathos.
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