Escuela española, siglo XVIII.
“Santa Barbara”
Óleo sobre lienzo.
Reentelado.
Se encuentra muy repintado.
Medidas: 99,4 x 58,3 cm.
Reconocemos a la santa representada en esta pintura tardo-barroca por los atributos del martirio que sostiene con su mano izquierda, en especial la espada, el utensilio con el que fue sacrificada. Compilada tardíamente en el siglo X y popularizada en occidente en el siglo XIII por la Leyenda Dorada, la leyenda de santa Bárbara narra que era hija del sátrapa Dióscuro quien, para sustraerla al proselitismo cristiano, la encerró en una torre abierta con sólo dos ventanas, perforando ella misma una tercera en alusión a la Santísima Trinidad. No obstante, Bárbara recibió las enseñanzas de un sacerdote que se hacía pasar por médico, y para expresar su fe en la Trinidad ella perforó en el muro un tercer vano. Logró huir pero fue capturada por su padre, y al negarse a abjurar del cristianismo y a casarse con un pagano la entregaron al juez Marciano, quien la torturó de diversas formas. Fue estirada en un potro y azotada, desgarrada con peines de hierro, rodada sobre fragmentos de cerámica y quemada con hierros candentes, y al fin los verdugos le arrancaron los pechos con tenazas. Finalmente, su padre la decapitó.