Seguidor de JUSTUS SUSTERMANS (Amberes, 1597- Florencia, 1681); siglo XIX.
“Retrato del príncipe de Waldemar Christian de Dinamarca”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado antiguo.
Medidas: 61 x 41 cm; 71 x 51 cm (marco).
Esta pintura del siglo XIX sigue el modelo de la obra original de Justus Sustermans que representa al príncipe Waldemar Christian de Dinamarca. La pieza mantiene el espíritu y la majestuosidad del retrato barroco del siglo XVII. En la pintura, el príncipe aparece representado con porte distinguido, vestido con una rica indumentaria que resalta su estatus noble. Su pose transmite confianza y orgullo, con una mirada fija que refleja su carácter y posición dentro de la corte europea de la época. La meticulosa ejecución de los detalles en el vestuario, los encajes y los brillos de las telas demuestra la maestría técnica del copista, quien sigue fielmente el estilo de Sustermans, caracterizado por un realismo minucioso y una paleta cromática rica y armoniosa.
Justus Sustermans, pintor flamenco afincado en Italia, fue uno de los retratistas más importantes de su tiempo, trabajando al servicio de la corte de los Médici en Florencia. Su influencia en el retrato cortesano fue notable, ya que fusionó la tradición flamenca del detallismo con la grandiosidad y el sentido teatral del Barroco italiano. Su estilo dejó una huella profunda en la pintura de retrato europea, inspirando tanto a artistas contemporáneos como a generaciones posteriores, incluido el siglo XIX, cuando el historicismo llevó a la reproducción y reinterpretación de obras maestras del pasado.
Esta copia, además de servir como testimonio de la admiración por el arte de Sustermans, refleja el interés decimonónico por recuperar y preservar la imagen de figuras históricas a través de la reproducción pictórica. Así, el retrato de Waldemar Christian de Dinamarca, en su versión del siglo XIX, no solo mantiene la memoria del príncipe, sino que también subraya la perdurabilidad del lenguaje visual barroco en la historia del arte europeo.