Escuela española; siglo XVIII y posterior.
“Aparición de la Virgen a Santiago apóstol” y “San Francisco” (Tríptico).
Óleo sobre madera policromada y dorada.
Presenta leves faltas en la superficie pictórica.
Medidas: 103 x 68 cm.
Esta obra representa una escena profundamente arraigada en la iconografía cristiana: la aparición de la Virgen María al apóstol Santiago, conocida como la Virgen del Pilar. La obra, concebida como parte de un pequeño retablo o mueble devocional, está concebida para cerrarse mediante puertas decoradas, que al abrirse revelan un segundo registro pictórico, en este caso, un tríptico en el que San Francisco aparece como figura central, acompañado de otras imágenes devocionales.
En la escena exterior, de gran carga simbólica, observamos a Santiago en actitud de veneración, dirigiendo su mirada hacia la Virgen con el Niño en brazos, ambos entronizados sobre nubes, acompañados de un ángel que sostiene la tradicional columna o pilar. La composición sigue una estructura vertical que jerarquiza el espacio: lo terrenal en la parte inferior —el suelo de baldosas y el apóstol peregrino— y lo celestial en la parte superior, donde se sitúan las figuras divinas. El marco ricamente tallado y dorado, con formas barrocas y movimiento dinámico, realza la función sagrada del objeto.
El uso de mobiliario religioso como este, especialmente en la práctica devocional doméstica o en capillas privadas, fue de enorme importancia en los siglos XVIII y XIX. Estas piezas no solo permitían un ejercicio de piedad íntima, sino que también funcionaban como elementos pedagógicos, ayudando a transmitir los principales dogmas y relatos del cristianismo a través de un lenguaje visual accesible y emocional.