Escuela italiana; siglo XVII.
“Vanitas”.
Óleo sobre tabla.
Presenta faltas.
Posee restos de anagrama en la zona inferior derecha.
Medidas: 23 x 37 cm; 32 x 47 cm (marco).
Plasmar la fugacidad de la vida fue uno de los temas que más preocupó a los pintores barrocos. Las vanidades denuncian la relatividad del conocimiento y la vanidad del género humano sujeto al paso del tiempo, a la muerte. Se trata de un género especialmente practicado durante el barroco, y su título y concepción se relacionan con un pasaje del Eclesiastés: “vanitas vanitatum omnia vanitas” (“vanidad de vanidades, todo es vanidad”). En el siglo XVII, estos bodegones moralizantes se hicieron muy frecuentes como complemento indispensable para la prédica y la devoción en Europa, bajo formas y con intenciones apenas diferentes en las zonas católicas y protestantes. El artista de la presente composición nos brinda una calavera, símbolo por excelencia de las vanitas, despojada de cualquier elemento narrativo que pueda entorpecer su lectura.