Tríptico de Limoges, Francia, siglo XVI.
Placas de cobre esmaltadas. Estructura en madera de nogal.
Presenta pérdidas en el esmalte.
Medidas: 16,5 x 12 cm; 16,5 x 5,5 cm; 28 x 23 x 5 cm (tríptico).
El cobre central de este tríptico cuenta con la representación de la Sagrada Familia huyendo a Egipto guiados por el ángel, mientras que los laterales se embellecen con la presencia de los Evangelistas San Juan y San Mateo. Cerrado, el tríptico presenta la estructura de un templete arquitectónico.
El taller de Limoges aparece en el último cuarto del siglo XII, y prolonga su actividad hasta el siglo XIV. En el siglo XV volverá a florecer, ya con la nueva técnica del esmalte pintado. Será el taller de esmaltes más importante, por encima de Renania y Mosa, que desaparecen en el siglo XII y se dedicaban a la producción de placas sueltas por encargo, que luego se montaban sobre un objeto o se unían formando frontales de altar. Por el contrario, en Limoges se pone en marcha una producción de objetos, ya no sólo placas, decorados con esmaltes sobre todo para el ámbito religioso, pero también para el profano. Son piezas más baratas, con base de cobre, y muy vistosas por la decoración esmaltada, por lo que gozaron de un enorme e inmediato éxito en toda Europa. Limoges aparece además citado en los documentos, lo que nos indica que fue un centro trascendente y conocido por toda la Europa occidental.