Escuela española o novohispana; segunda mitad del siglo XVIII.
“Santa Gertrudis coronada”.
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 61 x 45 cm; 70 x 55 cm (marco).
Durante el siglo XVIII el culto a Santa Gertrudis la Magna estaba muy difundido en todo el imperio español, y de ella nos quedan numerosas representaciones tanto en Castilla, Aragón y Portugal como en Venezuela, Bolivia, Perú y México. La imagen se difundió en grabados, lienzos, esculturas, escudos de monjas y medallones, se colocó en retablos y se incluyó entre los santos más destacados en pinturas que mostraban la corte celestial. Además, quedaron de ella numerosas menciones en sermones, novenas, oraciones, misas y hagiografías, y su vida inspiró una obra de teatro en la cual la santa fue llamada “La más amada de Cristo”. Sin duda esta difusión popular de su imagen y su historia iba paralela a una divulgación del culto, cuyo auge se puede observar en la primera mitad del siglo XVIII. Sin embargo, desde finales del XVI ya existen pruebas de que su devoción se estaba extendiendo en el ámbito hispánico.
La presencia de esta santa alemana del siglo XIII en el mundo ibérico está inmersa dentro del proceso de expansión de la Contrarreforma. De hecho, la difusión de su culto en la Edad Moderna estuvo asociada con la publicación de su autobiografía y de sus escritos en la Cartuja de Colonia en 1536, dentro de un movimiento de reacción contrarreformista. Sin embargo, no será hasta 1599 cuando su influencia comience a crecer en la Península Ibérica, a raíz de la edición latina de estas obras. En 1603 se edita el primer volumen de sus obras en castellano, y pronto salieron los dos restantes, hecho que tuvo un fuerte impacto tanto en la difusión de su culto como en la de su imagen.